Ni una gota de sangre en común se necesita para empatizar con aquellas familias que sólo aguardan la próxima bomba al interior de una iglesia, de un hospital, de una escuela, tomados de sus manos.
Tag
Ni una gota de sangre en común se necesita para empatizar con aquellas familias que sólo aguardan la próxima bomba al interior de una iglesia, de un hospital, de una escuela, tomados de sus manos.